martes, 27 de abril de 2010

Crónica V

Aunque terrible, la guerra tiene que existir para doblegar la moral de los pacificos y enseñarnos que un arma significa el punto final a un alma que no tiene que terminar su vida en manos de una batalla. Los errores, narrativamente hablando, se solucionan con la ayuda de una goma de borrar. No se puede eliminar una vida por desprecio a ella. No se puede doblegar una persona ante un conflicto de masas que, en el horizonte dibuja un final. Dibuja un final firmado con sangre, marchita de deseos y cegadora de crónicas que hablan de poner fin a esta guerra con el uso de la palabra. En la guerra olvidate de hablar. Olvidate de la humanidad, por que lo más humano que vas a encontrar es el medico de campo.
La gente dice que querría ver una guerra con sus propios ojos, sentir el retroceso de un arma mientras arroja balas que ponen fin a la misma justificación de la vida.Hipócritas palabras que nacen del subconsciente, cuando deberíamos emplear esas mismas palabras para otros fines.Dijo uno que sí que hay vida inteligente en el universo. ¿Por que?, dijeron. Por que aún no han venido a visitarnos. Aplastante lógica, Freud.

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