domingo, 28 de febrero de 2010

Senda etérea, nos volveremos a encontrar.

Prólogo
Lo último que recuerda es una luz blanca. Un fulgor intenso proclamando una eterna incandescencia de la que nunca sabría salir.Todo era igual.Como un mar en calma, un papel exento de palabras.Poco a poco,esa luz se fue mermando.Entonces intentó abrir los ojos, no sin esfuerzo. No sentía sus pies, era como si volara, y no se atrevia a dar un solo paso sin saber donde se encontraba. Consiguió verse las manos, los pies. Miro a su alrededor,y se desató su pensamiento.
Capítulo 9
No eran nubes lo que hacían tan ligero el suelo, ni alas lo que le alzaban a pasos de gigante, si no su mente. Su imaginación cubría todo lo que alcanzaba a ver, y mas allá de lo que aún era materia incorporea se empezaban a perfilar nuevos paisajes y nuevos seres. Cuando te dicen que algo es imposible, y encima te lo repiten, aún te lo crees menos.Así estaban las cosas en aquel sitio, peró aquel hombre no quería desatar su creatividad,si no canalizarla en un solo punto.Sabía que tenia que hacer, y nada podría impedirselo.Pero, entonces...¿donde estaba?
Aquel sitio no se parecía a nada que se pudiese imaginar, no era comprensible ni tenia logica alguna.
Capítulo 3
-Tengo que volver al mundo real... al mundo sin fantasía.
-¿Sin fantasía? No lo creo...
-Tienes razón. Aún me queda eso.
-Y siempre va a estar ahí.Apresurate.
-Abreme las puertas para que vuelva.
-Si no hay ninguna puerta.
-Oh.Ya veo...
Me despido de mi mente y cierro los ojos.
Capítulo 10
Cabalga ferozmente, animal que sacudes el cielo con gritos y usura.Bajaba en picado hacia la tierra, hacia el mundo de los vivos que tanto añoraba. Galopo encima de un monstruo, con una ala negra y otra blanca, creado por una mente sin fronteras ni limitaciones. Yo lo he creado.
Siento el impacto de las nubes y el viento en mi cara, y esta feroz bestia lanza un grito que hace desvanecer mi miedo.Un ser que siente, grita.Finalmente veo mi objetivo. El animal reduce el vuelo hasta dejarme en el suelo. Bajo de un salto, me giro y lo abrazo.
No estoy abrazando a nadie.No había monstruo.Miro al cielo y suspiro.
"Todo lo que creo es fantasía" me digo. Las nubes dibujan la quimera que me devolvió al mundo real.Sonrío, y ando hacia donde me guia el corazón.Las flores del suelo abren un camino recto. Suena una canción que me resulta familiar, un piano colgado en un arbol deja caer las notas suavemente, acariciando mi oidos con esa sinfonía tan melancolica.
Donde la mente te impulso,te dejo puesto el camino y te guió la fuerza de un sueño que nunca va a desaparecer.
Se termina el camino, se silencia poco a poco la canción.Ya hemos llegado.
Otra sonrisa más.Otro día menos que esperar.
[...]
Prólogo
Lo último que recuerda es una luz blanca...

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