Es una habitación gris, fría. Hay una pequeña ventana con rejas donde se puede oír cómo nieva. El viento me habla, susurra placeres infinitos que puedo hallar en el exterior. El viento es frío, y sólo me transmite frío dentro de mí. Creo que no tengo tiempo a enamorarme, porque la experiencia me dice que voy a fracasar de nuevo. Me lo dicen las heridas, las caídas, y mi corazón empieza a cubrirse de una capa rocosa de fría verdad. No entiendo la verdad, creo que para entenderla debes dejar el corazón en otro cuerpo. O usar ése cuerpo para enfrentarte a ella. Prefiero la verdad de saber que no va a salir como yo quiero. Ahora pago los pecados, y ellos me miran pegados a la pared de ésta celda, tan lúgubre como mi interior. Tal para cual.
Quiero salir,pero no tengo la llave. De verdad que quiero salir, pero nunca encontraré la llave. Es mas, estoy casi seguro de que no existe llave alguna que encaje en el cerrojo de mi celda. Creo recordar que yo mismo cree esta celda y nunca pensé que fuera a encerrarme en ella. Por eso no existe ninguna llave. Soy cada barrote, cada pared y cada espacio de éste lugar. Somos una prisión hecha de mentiras y visiones. El viento seguirá hablando de historias que pudieron pasar, de sueños que nadie soñará jamás. Ya es demasiado tarde para salir de aquí.
Espera,.
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