Desde el primer día entro con paso firme y con la gracia de una gacela. Como salticando esperando abrir sus alas en cualquier momento para salir y volar.
Sus rizos de fuego resaltan unos ojos azules, gélidos, luchadores. Des del primer día impuso respeto e incluso en algunos, el miedo. Pero a medida que pasaron los días un aura de familiaridad la envolvió, junto a ella todo cambia, es diferente.
Allí por donde pasa lo cambia todo. Los que creíamos aburrido y pesado el día a día ahora se volvían divertido y bohemio, totalmente diferente. Sus métodos es la libertad, buscar más de una respuesta. Encontrar lo que se pierde mediante letras, gritos, risas.
Aunque todos diferentes, aunque todos somos muchos, aunque tenemos nuestros encuentros y desdichos nos unimos en una idea. En salir de la burbuja que nos prestas… la luz se escapa y de nuevo el miedo y la oscuridad nos ataca y envenena.
Te echamos de menos Rosario.
Sus rizos de fuego resaltan unos ojos azules, gélidos, luchadores. Des del primer día impuso respeto e incluso en algunos, el miedo. Pero a medida que pasaron los días un aura de familiaridad la envolvió, junto a ella todo cambia, es diferente.
Allí por donde pasa lo cambia todo. Los que creíamos aburrido y pesado el día a día ahora se volvían divertido y bohemio, totalmente diferente. Sus métodos es la libertad, buscar más de una respuesta. Encontrar lo que se pierde mediante letras, gritos, risas.
Aunque todos diferentes, aunque todos somos muchos, aunque tenemos nuestros encuentros y desdichos nos unimos en una idea. En salir de la burbuja que nos prestas… la luz se escapa y de nuevo el miedo y la oscuridad nos ataca y envenena.
Te echamos de menos Rosario.
De los que más que ha gustado( hablando de los tuyos solamente)
ResponderEliminarGracias, Mireia... Pero la luz es vuestra, así que rebuscad en vuestro interior. Os tengo muy presentes. Besos.
ResponderEliminarGracias por tus palabras, Mireia. No te preocupes: la luz está en vosotros.
ResponderEliminarUn beso,
Rosario Curiel.