Mientras el mundo se desmorona,
nos fijamos en aquellos que,
sin quererlo, van a salvar el mundo.
Ni héroes, ni superhombres.
No hay nada bueno en ellos, ni nada malvado.
No desean destacar , ni prevalecer en el recuerdo.
Ni rellenar ningún vacío interior.
No tienen nada que hacer.
Eso les dice su maestro, que los maneja como marionetas, sombras de personalidad inexistente, faltos de sentimientos. Él les induce a creer en un propósito, ellos lo entienden , y no pasa nada mas. Porque no debe pasar nada mas.
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